El fenómeno de la Niña fue apenas matizado por las precipitaciones de los últimos días, los productores sufren consecuencias en los cultivos de trigo y en el retraso de la implantación de maíz y soja. ¿Qué pasa en Bombal?
Un informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ratifica que la provincia de Santa Fe atraviesa una de las peores sequías de las últimas tres décadas. Con tres años consecutivos bajo los efectos de La Niña y pronósticos desalentadores, al menos hasta fin de año, los productores están modificando los esquemas de siembra de algunos cultivos.
El área más afectada es el centro del país, en el sector delimitado por el sur santafesino, norte de Buenos Aires y sur de Entre Ríos. En este punto, se relevó que desde hace casi un año hay daños en cultivos de invierno, merma de pasto para ganado y retraso en siembras de verano por falta de humedad.
En busca de mayores detalles sobre esta problemática La Palabra dialogó con el ingeniero agrónomo, Emmanuel Bonifazi, quien evaluó: “Si bien en nuestra zona se preveían estas condiciones climáticas, la situación es más complicada de lo que se esperaba”.
Pese a que se registraron precipitaciones en la zona agrícola núcleo y otras regiones, muchos consideran que no fueron suficientes para comenzar la siembra de maíz y de soja. En tanto, tampoco sirvieron para revertir la crítica situación del trigo, que en muchos lugares lo dan por perdido.
“En lo referido a maíz no se sembró nada, y a soja, pese a que estamos en la fecha óptima, creemos que no se va a poder sembrar a tiempo, porque tampoco hay lluvias a la vista”, lamentó Bonifazi.
“También está comprometida la producción pastoril, porque venimos de un inverno muy seco”, recordó el ingeniero, y cerró: “En toda la zona la situación es muy similar, en algunos lugares llovió un poco más y se ha podido sembrar maíz, pero con un riesgo altísimo”.
Menos trigo
Por otra parte, por culpa de la sequía, que provocó pérdida de área y menores rindes estimados, además de fuertes heladas, la producción de trigo se desplomará al menos un tercio versus la cosecha obtenida el año pasado.
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), este año se producirán 15 millones de toneladas del cereal, un 34,8 por ciento por debajo de los 23 millones de toneladas obtenidos el ciclo agrícola pasado.
Se trata de una diferencia de 8 millones de toneladas que equivalen a casi el 90 por ciento del volumen registrado hasta el momento para la exportación. A valores de exportación, las 8 millones de toneladas menos contra el ciclo anterior representan una pérdida de más de 3.300 millones de dólares.
