BOMBEROS, ROTARY, SAMCO Y ESCUELA ESPECIAL RECIBIERON UNA HERENCIA

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En 2022 se pudieron finalizar los trámites, y luego de descontar todos los gastos de impuestos, y profesionales, el dinero restante se repartió en partes iguales entre las cuatro entidades.

Luisa Batlle falleció el 20 de octubre de 2017, a los 97 años, y previo a su deceso escribió su testamento de puño y letra, en el cual dejaba sus pertenencias a instituciones de la localidad en la que vivió gran parte de su vida.

Si bien había nacido de febrero de 1920 en Villa Mugueta, su familia se trasladó a Bombal, luego se fueron, y después de deambular por distintos pueblos regresaron para radicarse definitivamente en octubre de 1939.

Luisa no tenía hijos, y había dicho que iba a dejar su casa para que, tras su venta, el dinero se distribuyera entre el Samco, la Escuela Especial N° 2121, la Asociación Bomberos Voluntarios, y el Rotary Club Bombal.

Quien conoce la historia de cerca es Silvia Etchenique de Sabbatini, quien junto a Antonio Bonifazi acompañaron a Luisa en los momentos en que su salud no le permitía poder seguir desenvolviéndose por sus propios medios.

“Siempre estuvimos con Luisa en los últimos años, y ella me ofreció su casa, pero no la acepté, y me dijo de ponerla a nombre de distintas instituciones”, recordó Silvia.

Los trámites no fueron fáciles, el abogado Miguel Suriani trabajó para destrabar el testamento. Hubo que contratar peritos calígrafos, y otros especialistas, pero en 2022 se pudo vender la casa, y luego de descontar todos los gastos de impuestos, y profesionales, el dinero restante se repartió en partes iguales entre las cuatro entidades, a las que le correspondieron 908 mil pesos a cada una. Asimismo, los muebles que pertenecieron a Luisa fueron entregados a Cáritas Bombal.

“La demora fue porque los trámites fueron engorrosos y lerdos”, aclaró Silvia, a quienes las cuatro entidades le agradecieron su apoyo a Luisa, y el compromiso de cumplir la voluntad de la mujer.

En lo referido al Samco, anticiparon que el dinero será destinado a realizar refacciones en la Guardia, cocina y próximamente efectuar un Shock Room (se trata de una sala preparada especialmente para recibir emergencias médicas) en el exquirófano. “Su apoyo nos anima a continuar comprometidos en alcanzar nuestra meta, agradecemos su enorme generosidad, invaluable para nosotros”, destacaron.

En tanto, las otras entidades contaron que usarán los fondos para potenciar su funcionamiento. “Agradecemos a la señora Luisa Francisca Batlle la donación recibida mediante testamento”, coincidieron en publicar las cuatro instituciones.

Historia de Luisa

Hija de Tomás Batlle y Teresa Maig, Luisa tuvo cuatro hermanos: Ramón y Josefina, del primer matrimonio de su madre, y Francisco (Paquito) e Ignacio, este último fue sacerdote y ofició una misa en la Parroquia “Santo Domingo de Guzmán”.

Luisa vivió en Villa Mugueta, Villada, Chabás y Camilo Aldao, pero cuando llegó a Bombal no se fue más. A través de un extenso diálogo entablado con La Palabra cuando cumplió 90 años, era aún una persona activa, bien informada, amante del viajar, la buena lectura, y la constante capacitación.

Era profesora de Corte y Confección, y adoptó esa tarea a lo largo de toda su vida, la cual fue su fuente de ingreso y manutención. Era soltera, y desde la muerte de su madre, hace 40 años, vivió sola, salvo el último tiempo donde estuvo en el Hogar de los Abuelos. “Aprendí a vivir así, al principio no fue fácil, pero soy feliz. Como mucha gente tuve una vida muy difícil, pero mis padres me dieron el ejemplo de luchar e intentar salir adelante”, aseguraba Luisa.

En esa oportunidad, cuando fue entrevistada por La Palabra en 2010 dijo: “Perseveren y triunfarán, a pesar de que las cosas no siempre son fáciles, no hay que bajar los brazos, hay que insistir. No hay que dejarse asustar ni hay que rendirse asegura Luisa, siempre se puede, hay que superar las amarguras, y a todas las piedras que nos ponen en el camino hay que apartarlas sin hacer escombro”.