En vísperas de la llegada de los festejos de una nueva edición de esta fiesta pagana, La Palabra reedita una nota de 2009, donde se rememoran cómo eran las celebraciones y los carros alegóricos.
Históricamente el mes de febrero estuvo invadido por noches carnavalescas, las cuales otorgaron siempre un tinte distinto a Bombal, y uno de sus emblemas eran las carrozas, que tuvieron su esplendor en los años `80, donde los carros disfrazados abundaban. Gracias a las fotos de aquellos años que aportaron algunos vecinos, La Palabra realizó la nota del recuerdo.
Un bombalense asiduo realizador de carrozas era José Antonio “Yuyi” Cuesta, quien en 1981 con un grupo de amigos se vistieron de gauchos para representar al boliche “El resorte” (sketch popular de Luis Landriscina) y a caballos formaron parte del carnaval.
Este hecho fue el puntapié para realizar en 1982 una de las primeras carrozas mecánicas de Bombal llamada “La Cigüeña”. Este carro carnavalesco fue realizado por José Cuesta, Omar Valerio, Juan Carlos Nardi, Luis María Buccolini, Juan Carlos Lucci, Carlos Giampaoli y Oscar Dezi, y contó con el auspicio y apoyo de la Cooperativa Agropecuaria de Bombal Limitada y el Bombal Juniors Club.
“La cigüeña estaba hecha con una estructura de fierro revestido con un tejido de jaula pajarera y sobre ese tejido se colocaron bolsas de arpillera. Con cemento de contacto pegamos las plumas de ganso que comprábamos a Oscar Marzi y comíamos en mi taller; las plumas más largas de las alas eran de pavos. Recuerdo que Juan Carlos Lucci era el único que tenía paciencia para pegar las plumas y lo hacía prolijamente”, relató Yuyi Cuesta.
La novedad de esta carroza realizada por estos bombalenses por las noches luego de sus jornadas laborales, era que el cuello tenía un movimiento producido con un motor de limpiaparabrisas de doce voltios y un motor de reloj que les prestó Miguel Giorgio para que el gorro de vueltas.
“El día final del armado, el “Gringo” Luci soldó las tuercas que sostenían el cuello de la cigüeña por miedo a que se caiga y cuando quisimos sacarla no podíamos porque era más alta que la puerta del taller, por eso tuvimos que sacarle dos ruedas al carro que la sostenía. Estaba todo listo, hasta la reina que era Daina Varani esperaba ansiosa afuera del taller”, rememoró Cuesta.
En aquel año, otra de las carrozas mecánica era un plato volador rojo donde la reina era Graciela Starnatori y el conductor era Raúl Gil. Mientras que “El jardín de elefantes”, representando un salón de clases con alumnos un tanto enloquecidos fue caracterizado por Héctor Tosto, Rogelio Tarandetti, Rogelio Di Nella y Adolfo Formento -que era el maestro-, entre otros.
Un tiempo después, esas carrozas fueron llevadas por la Comuna a otros pueblos como ser Villada y Cafferata, y luego quedaron guardadas en el galpón de Roberto Marinozzi.
Tal vez estos recuerdos vuelvan a despertar las ganas de niños y jóvenes de revivir las aventuras y alegrías de casi 40 años de historia narradas por padres o abuelos, y avivar emociones en aquellos adultos que disfrutaron de esa época.