Según la Bolsa de Comercio de Rosario, la merma en maíz respecto de lo proyectado hace un mes es de ocho millones de toneladas en el cereal y cinco millones de toneladas en la oleaginosa.
La sequía que afecta a la región pampeana provocará la pérdida del 14% de la cosecha de maíz y del 11% de la cosecha de soja proyectada hace un mes.
Según un cálculo de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el maíz, en vez de tener un volumen de 56 millones de toneladas, como se calculó en septiembre, tendría 48 millones de toneladas. A su vez, la soja, llegaría a 40 millones de toneladas, unos cinco millones menos que los proyectados en diciembre.
“2022 sigue sin lluvias importantes. Ya van casi 30 días sin milímetros significativos que den auxilio: el maíz sigue sufriendo dos golpes de calor que se han sucedido con apenas una semana de respiro en medio”, afirma GEA en el informe.
Pese a que la superficie sembrada con el cereal, el principal cultivo del país, creció en esta campaña un 8% respecto del ciclo 20/21, “la primera estimación hecha sobre la evolución de los cuadros muestra que habrá cuatro millones de toneladas menos” que hace un año, añade GEA.
A su vez, destaca que “el ambiente de baja productividad deja muy lejos 82 quintales del año pasado: el rinde promedio de la estimación nacional del cultivo de maíz 2021/2022 arroja 71,3 qq/ha”.
En soja, el trabajo de la oficina de la BCR describe que hay atraso en la siembra, lotes en estado regular y un crecimiento detenido de las plantas. Aunque las lluvias pudieran revertir la situación en las próximas semanas, el informe describe un escenario de “baja productividad”.
Según explica, “las condiciones de desecamiento y estrés termohídrico han sido tan graves en los últimos 30 días que se descarta también la posibilidad de un escenario de normalidad y rindes promedios, lo que arrojaría un horizonte productivo de 45 millones de toneladas y se trabaja ahora con una proyección de 40 millones de toneladas”.
Para el GEA, si no se concreta la siembra de hectáreas pendientes o aumente la superficie sin cosechar, por el mal estado de los cultivos, “estaríamos ante una posible área de cosecha de 15,4 a 15,6 M de ha y un rinde nacional más cercano a los 26 qq/ha que a los casi 29 quintales de promedio de los últimos cinco años de producción de soja en Argentina”. Hace un mes se preveía la siembra de 16,2 millones de hectáreas.
En el comienzo de la campaña agrícola 21/22, en septiembre pasado, se proyectaba que los ingresos por exportaciones de granos y subproductos iban a generar divisas por más de US$36.000 millones. Con el recorte productivo, que podría ser mayor en caso de que no haya lluvias suficientes a partir de la semana próxima, esa cifra difícilmente se alcance.
Fuente y foto:
La Nación