Crece la incertidumbre en la cadena de trigo acerca de cuánto podrá exportar

Agro

Los exportadores anotaron a la fecha Declaraciones Juradas de Venta al Exterior por más de 9 millones de toneladas de trigo de la campaña 2021/22. Los privados estiman que el saldo exportable de este ciclo podría ubicarse entre 11 y 12 millones de toneladas. Dudas sobre qué harán los exportadores y el Gobierno.

Los mercados agropecuarios no atravesaron un fácil 2021, no solamente por cuestiones internacionales de bajas de precios o problemas logísticos, sino principalmente por la intervención directa o indirecta del Gobierno nacional en los mismos, en algunos casos buscando bajar los precios internos, como fue en el caso de la carne vacuna y, en otros, queriendo asegurar el abastecimiento local al cumplimentarse lo saldos exportables.

Más allá de la lógica que utilice el Poder Ejecutivo, la realidad es que, excepto el de la soja y cultivos menores, los mercados no se desenvuelven con la libertad que esperan sus operadores. Es por esto que cualquier movimiento de los exportadores abre suspicacias en el resto de los eslabones, siendo el de los productores el que generalmente se ve más afectado porque estas intervenciones o autorregulaciones intracadena redundan en una baja de los precios de los productos.

Ahora el turno parece ser el del trigo. Las dudas de toda la cadena aparecieron tras que las anotaciones de exportaciones de la nueva campaña, que recién comenzó a cosecharse con los primeros lotes en el norte del país, superaron un ritmo muy acelerado las 9 millones de toneladas, un volumen muy cercano al saldo exportable que los privados consideran entre 11 y 12 millones de toneladas, para después dejar de registrar nuevas operaciones. El tema es que, a diferencia de lo sucedido con el maíz, no hay ninguna restricción o limitación oficial, sino que existe una suerte de autorregulación por parte de algunos eslabones de la cadena, cuestión que ya fue reconocida por exportadores y molineros.

Existen dos problemas al respecto: el primero, es que todavía no se sabe cuál va a ser el volumen de la cosecha de trigo, que algunas entidades estipulan en torno a las 20 millones de toneladas, pero con un incierto panorama climático por delante. Y el otro es la velocidad con la cual se registraron las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior: a esta misma fecha de 2020 se llevaban declaradas entre 3,5 y 4 millones de toneladas de la entonces campaña 2020/21, cifra que fue más que duplicada en la actualidad.

Antecedentes y precios

Para el analista del mercado de granos, Carlos Etchepare, esta aceleración se debió a una cuestión de “antecedentes” de anteriores intervenciones y cierres de exportación. “Es por esto que adelanta todas las anotaciones posibles para que llegada a ese momento las empresas se queden con un registro importante y poder así colocar mercadería en el exterior. Esa es la explicación”, aseguró el especialista que negó que la motivación de tal apuro haya sido por el temor de que el Gobierno pueda aumentar las retenciones.

Etchepare sostuvo, en diálogo con Infobae, que no hay ninguna estimación de producción que se ubique por debajo de las 19 millones de toneladas para esta campaña y afirmó que, “la expectativa está en cuánto va a ser el volumen de cosecha y, en función de eso, saber cuánto se va a poder exportar. Hay margen como para un millón más. pero por las dudas levantaron el pie del acelerador”.

En este sentido, indicó que esta incertidumbre ya significó una baja en los precios locales, donde la posición a cosecha cayó entre USD 10 y USD 15, aunque de todas maneras dijo que el precio que tiene el trigo hoy es muy bueno aún con esa baja, con un valor a cosecha de USD 235 la tonelada, cuando, anteriormente, nunca se vendía a más de USD 185 o USD 200 la tonelada.