CIERRAN EXPORTACIONES DE HARINA Y ACEITE SOJA Y SUBIRÍAN LAS RETENCIONES

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A una semana de la comida en la que se inauguró Expoagro, la mayor feria del campo y donde asistieron funcionarios encumbrados del Gobierno, llegó la noticia de que subirán las retenciones. Sorpresivamente, el Ministerio de Agricultura cerró este domingo el registro de declaraciones juradas de exportación para la harina y el aceite de soja.

Lo hizo justo en el arranque de la cosecha y para evitar que se vaya mercadería. Esa medida es la antesala de un aumento en el impuesto a la exportación de esos productos.

Pese a que el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, afirmó en reiteradas oportunidades que no iban a tocar las retenciones, el cierre de registro indica que lo harán. Desde la Casa Rosada deslizaron este domingo a la noche que anunciarán medidas el martes.

El cierre del registro generó una generalizada reacción de rechazo por parte de las entidades del campo, los productores agropecuarios autoconvocados y de la oposición.

La harina de soja es el mayor producto de exportación. La medida también alcanza al aceite de soja. Esos dos derivados de la molienda de soja hoy pagan el 31% y la primera impresión es que el Gobierno podría eliminar el diferencial histórico entre el precio del poroto de soja y los productos más elaborados.

Así sube el impuesto unos tres puntos a 34% en el caso de la harina y el aceite. Se calcula que podrían arrimar unos US$ 700 millones extras en retenciones por esos productos.

A su vez el poroto de soja paga el 33%. Pero en este caso su exportación no está cerrada. Aunque se estimaba este domingo a la noche que dado el aumento de la cotización por la invasión rusa a Ucrania podrían elevarlo a 35%.

Con este cierre del registro de Declaraciones Juradas de Ventas de Exportación, el Gobierno busca evitar que las aceiteras sigan anotando negocios de exportación.

La Argentina produce unas 40 a 45 millones de toneladas del poroto de soja y exporta el 95%.

Unas 35 millones de toneladas se procesan en las fábricas locales y solo se exporta sin procesar unas 8 a10 millones de toneladas anuales.

El complejo sojero, que por sí solo explicó cerca del 30% de las exportaciones de este año, aportó en 2021 unos 9.000 millones de dólares en retenciones.

Es probable que su promesa se mantenga en el caso del trigo y del maíz hoy en 12%, y que podría elevar la alícuota al 15% sin pasar por el Congreso. Tiene lógica dado que esas cosechas están prácticamente vendidas y solo quedan unas 700.000 toneladas de trigo para el mercado doméstico. Nadie arriesga qué puede pasar más adelante.

Por otra parte, al tocar las retenciones de harinas y aceites se elimina lo que se da en llamar el diferencial arancelario, lo que permite comprar a la industria el poroto de soja más barato para su procesamiento.

Fuente: Clarín